sábado, 31 de octubre de 2009

Corriente Nacional del Sinidicalismo Peronista



COMISION POLÍTICA DE LA CORRIENTE NACIONAL DEL SINDICALISMO PERONISTA
Las organizaciones sindicales peronistas que voluntariamente asistimos a este encuentro de debate político e ideológico queremos manifestarle al Pueblo Peronista en particular, y a todos los argentinos de buena voluntad nuestra decisión de constituir una corriente político sindical que contribuya a la reorganización del Movimiento Nacional y Popular como eje articulador de los intereses nacionales, la garantía de políticas de Estado y la determinación de una agenda construida por los argentinos y para los argentinos.


Con la humildad de sabernos parte de la clase trabajadora, pero con la fortaleza de nuestras convicciones, nos sentimos herederos de los hechos gloriosos del sindicalismo argentino que supo en determinados momentos claves de la historia de nuestro país expresarse con claridad y prudencia.


Nos animan nuestros líderes y nuestros mártires, los programas de La Falda 1957 y de Huerta Grande 1962, el espíritu del 1° de Mayo de 1968, el Acta de Compromiso Nacional del 8 de Junio de 1973, los 26 puntos de la CGTRA y las luchas del Movimiento de Trabajadores Argentinos MTA contra el neoliberalismo. También el anhelo de servir al conjunto del pueblo argentino.


Porque, no nos engañemos, para desterrar el hambre de la Argentina se necesita pleno Empleo, plena Educación, plena Salud y plena Alimentación. Y a eso nosotros le llamamos Justicia Social.


No queremos justificar nuestras conciencias con asignaciones universales al modo de limosnas, nosotros creemos en la dignidad del trabajo y en la cultura del esfuerzo, ejes fundamentales para el desarrollo del hombre en la Sociedad.


Pero somos concientes, y la historia lo demuestra, que cuando el desempleo desciende, la multiplicación de nuevos puestos de trabajo no garantiza la redistribución de la riqueza porque este paso que toca sensiblemente los intereses de los poderosos no se dan sin un pueblo organizado.


Se trata de una transformación cualitativa que exige los dolores de parto de la liberación. No se trata del buen gerenciamiento de un país colonial o de preservar el statu quo a través de gestiones transparentes. Estamos hablando de realizar una revolución en paz.


El Peronismo no se reduce a una máquina de ganar elecciones. El Peronismo es un movimiento para la liberación nacional. Por eso nosotros proponemos la Unidad detrás de un proyecto y no de candidatos.


El candidato es esclavo de la imagen, sirve al rating, y por eso necesita que la Política se convierta en espectáculo de marketing, donde sólo vale el dinero y la publicidad..


El dirigente es esclavo de la causa, sirve al pueblo, y por eso construye la política en el territorio, en el barrio, en la fábrica. El pueblo debe volver a ser el protagonista.
Perón afirmaba: Nosotros queremos hombres que piensen y sientan como nosotros, que tengan un objetivo similar al nuestro, que estén dispuestos a sacrificarse como nosotros, en bien de la Nación. El primer aspecto es dar orgánicamente un espíritu al Movimiento, con su mística, con sus principios, con la determinación de las grandes normas de ejecución. Eso conforma un estado espiritual del movimiento, que se entiende algunas veces y se siente otras.


Es curioso, pero esto el enemigo lo ha entendido mejor que nosotros, en consecuencia opera sobre nuestro sentimiento. Hace tiempo que el aparato publicitario construye matrices que apelan a una manipulación de los afectos. No confrontan en el plano de las ideas, no porque no las tengan, sino porque las mismas son inconfesables.


Construyen escenarios donde lo que se pone en juego son modales y no razones. Cuando los dirigentes antinacionales no ceden es porque tienen convicciones, en cambio los dirigentes populares somos intransigentes y caprichosos. Cuando ellos ceden son dialoguistas y tolerantes, cuando lo hacemos nosotros, “claudicamos o somos entregadores.


A esta farandulización de la política le son funcionales las internas abiertas para que sean los grandes monopolios los que decidan instalar los candidatos. Por eso, al dedo de los Medios opongámosle la democracia de las organizaciones libres del pueblo.


Tenemos que volver a recrear la política detrás de las ideas, para eso necesitamos de la discusión y el debate. Que aflore de abajo hacia arriba la consigna, desde los cimientos que son nuestros orígenes, hasta el techo que son nuestros sueños.


Convocamos a los jóvenes a ser el presente además del futuro. A tomar la posta y adoctrinarse porque la realidad exige preparación y convicción. A romper con la política del toma y daca. A quebrar la lógica del puntero, del internismo sectario. A reventar los odres viejos con el vino nuevo de la mística militante.


Asumimos el compromiso de militar para construir poder popular conjuntamente con los movimientos sociales y demás fuerzas políticas para que el futuro nos encuentre en la consolidación de un frente programático alternativo al contubernio electoral.


Creemos que la organización es el resultado de la concientización y el adoctrinamiento, recuperando el rol de una educación liberadora más allá del sistema educativo formal, para que las grandes mayorías puedan reencontrarse con sus intereses, con sus responsabilidades históricas y descubrir que su destino no es otro que el del pueblo en su conjunto.


Hoy, como ayer, es preciso tomar posición clara en aspectos centrales de nuestra vida política. Ayer era la nacionalización de la banca, hoy es la necesidad de una nueva Ley de entidades financieras y la reforma de la carta orgánica del Banco Central.


Ayer, el era el IAPI y la nacionalización del comercio exterior, hoy son los derechos de exportación y las retenciones móviles.


Ayer era prohibir la importación competitiva con la producción nacional, hoy es redefinir la unión aduanera de la Unión de Naciones Suramericanas UNASUR y sellar una alianza regional para posicionarnos en la Organización Mundial del Comercio.

Ayer era prohibir la exportación directa e indirecta de capitales, hoy es atacar la fuga de divisas y repatriar el PBI paralelo de capitales argentinos en el exterior.


Ayer y hoy ser peronista es defender la justicia social, la soberanía política, la independencia económica y la unión latinoamericana. Ser peronista es no abandonar la lucha por alcanzar la felicidad del pueblo y la grandeza de la patria.


En definitiva, nos comprometemos a una construcción política que sea agradecida con los propios, leal con los aliados, respetuosa de los adversarios e intransigente con el enemigo, evocando lo mejor del peronismo cuando decía que sobre la unidad de los trabajadores vamos a sentar los cimientos de la Nación.


Para finalizar hoy como ayer estamos dispuestos a defender el mandato popular, las instituciones y la Democracia.


Mar del Plata, 18 de Setiembre de 2009


COMISION POLÍTICA
CORRIENTE NACIONAL DEL SINDICALISMO PERONISTA

domingo, 25 de octubre de 2009

El 17 de octubre Dia de la Lealtad



Discurso del Coronel Juan Domingo Perón después de ser liberado del cautiverio, frente a miles y miles de trabajadores que reclamaban su liberación en la histórica Plaza de Mayo. El 17 de octubre de 1945, a las 23 hs. Desde el balcón de la Casa Rosada.


A continuación el el discurso.



Trabajadores: hace casi dos años dije desde estos mismos balcones que tenía tres honras en mi vida: la de ser soldado, la de ser un patriota y la de ser el primer trabajador argentino.



Hoy a la tarde, el Poder Ejecutivo ha firmado mi solicitud de retiro del servicio activo del Ejército.



Con ello, he renunciado voluntariamente al más insigne honor al que puede aspirar un soldado: llevar las palmas y laureles de general de la Nación.




Ello lo he hecho porque quiero seguir siendo el coronel Perón, y ponerme con este nombre al servicio integral del auténtico pueblo argentino.




Dejo el sagrado y honroso uniforme que me entregó la Patria para vestir la casaca de civil y mezclarme en esa masa sufriente y sudorosa que elabora el trabajo y la grandeza de la Patria.




Por eso doy mi abrazo final a esa institución, que es el puntal de la Patria: el Ejército.




Y doy también el primer abrazo a esa masa grandiosa, que representa la síntesis de un sentimiento que había muerto en la República: la verdadera civilidad del pueblo argentino.



Esto es pueblo.



Esto es el pueblo sufriente que representa el dolor de la tierra madre, que hemos de reivindicar.



Es el pueblo de la Patria.




Es el mismo pueblo que en esta histórica plaza pidió frente al Congreso que se respetara su voluntad y su derecho.




Es el mismo pueblo que ha de ser inmortal, porque no habrá perfidia ni maldad humana que pueda estremecer a este pueblo, grandioso en sentimiento y en número.




Esta verdadera fiesta de la democracia, representada por un pueblo que marcha, ahora también, para pedir a sus funcionarios que cumplan con su deber para llegar al derecho del verdadero pueblo.



Muchas veces he asistido a reuniones de trabajadores.




Siempre he sentido una enorme satisfacción: pero desde hoy, sentiré un verdadero orgullo de argentino, porque interpreto este movimiento colectivo como el renacimiento de una conciencia de trabajadores, que es lo único que puede hacer grande e inmortal a la Patria.



Hace dos años pedí confianza. Muchas veces me dijeron que ese pueblo a quien yo sacrificara mis horas de día y de noche, habría de traicionarme.



Que sepan hoy los indignos farsantes que este pueblo no engaña a quien lo ayuda.




Por eso, señores, quiero en esta oportunidad, como simple ciudadano, mezclarme en esta masa sudorosa, estrecharla profundamente en mi corazón, como lo podría hacer con mi madre.



En ese instante, alguien cerca del balcón le gritó: un abrazo para la vieja.




Perón le respondió:



Que sea esta unidad indestructible e infinita, para que nuestro pueblo no solamente posea una unidad, sino para que también sepa dignamente defenderla.


¿Preguntan a ustedes dónde estuve?



Estuve realizando un sacrificio que lo haría mil veces por ustedes.



No quiero terminar sin lanzar mi recuerdo cariñoso y fraternal a nuestros hermanos del interior, que se mueven y palpitan al unísono con nuestros corazones desde todas las extensiones de la Patria.




Y ahora llega la hora, como siempre para vuestro secretario de Trabajo y Previsión, que fue y seguirá luchando al lado vuestro para ver coronada esa era que es la ambición de mi vida: que todos los trabajadores sean un poquito más felices.




Ante tanta nueva insistencia, les pido que no me pregunten ni me recuerden lo que hoy ya he olvidado.




Porque los hombres que no son capaces de olvidar, ni merecen ser queridos y respetados por sus semejantes.




Dije que había llegado la hora del consejo, y recuerden trabajadores, únanse y sean más hermanos que nunca. Sobre la hermandad de los que trabajan ha de levantarse nuestra hermosa Patria, en la unidad de todos los argentinos.




Iremos diariamente incorporando a esta hermosa masa en movimiento a cada uno de los tristes o descontentos, para que, mezclados a nosotros, tengan el mismo aspecto de masa hermosa y patriótica que son ustedes.




Pido, también, a todos los trabajadores amigos que reciban con cariño éste mi inmenso agradecimiento por las preocupaciones que todos han tenido por este humilde hombre que hoy les habla.




Por eso, hace poco les dije que los abrazaba como abrazaría a mi madre, porque ustedes han tenido los mismos dolores y los mismos pensamientos que mi pobre vieja querida habrá sentido en estos días



Esperamos que los días que vengan sean de paz y construcción para la Nación.



Sé que se habían anunciado movimientos obreros; ya ahora, en este momento, no existe ninguna causa para ello.




Por eso les pido, como un hermano mayor, que retornen tranquilos a su trabajo y piensen.




Y hoy les pido que retornen tranquilos a sus casas, y esta única vez, ya que no se los puedo decir como secretario de Trabajo y Previsión, les pido que realicen el día de paro festejando la gloria de esa reunión de hombres que vienen del trabajo que son la esperanza más cara de la Patria.



He dejado deliberadamente para lo último, el recomendarles que antes de abandonar esta magnífica asamblea, lo hagan con mucho cuidado.




Recuerden que entre todos hay numerosas mujeres obreras, que han de ser protegidas aquí y en la vida por los mismos obreros; y finalmente, recuerden que estoy un poco enfermo de cuidado y les pido que recuerden que necesito un descanso que me tomaré en el Chubut ahora, para reponer fuerzas y volver a luchar codo a codo con ustedes, hasta quedar exhausto si es preciso.




Pido a todos que nos quedemos por lo menos quince minutos más reunidos, porque quiero estar desde este sitio contemplando este espectáculo que me saca de la tristeza que he vivido en estos días.



































Las veintes Verdades peronista

Estas son las Veinte Verdades del Justicialismo Peronista.He querido reunirlas así para que cada uno de ustedes las grabe en sus mentes y sus corazones, para que las propalen como un mensaje de amor y justicia por todas partes, para que vivan felices según ellas y también para que mueran felices en su defensa si fuera necesario...
Juan Perón, 17 de octubre de 1950



1 - La verdadera democracia es aquella donde el gobierno hace lo que el pueblo quiere y defiende un solo interés: EL PUEBLO



2 - El Peronismo es esencialmente popular. Todo circulo político es antipopular, y por lo tanto, no es peronista.



3 - El peronista trabaja para el Movimiento. El que en su nombre sirve a un circulo, o a un caudillo, lo es sólo de nombre.



4 - No existe para el Peronismo más que una sola clase de hombres: los que trabajan.



5 - En la Nueva Argentina el trabajo es un derecho que crea la dignidad del hombre y es un deber, porque es justo que cada uno produzca por lo menos lo que consume.



6 - Para un Peronista de bien, no puede haber nada mejor que otro Peronista.



7 - Ningún Peronista debe sentirse mas de lo que es, ni menos de lo que debe ser. Cuando un Peronista comienza a sentirse mas de lo que es, empieza a convertirse en oligarca.



8 - En la acción política la escala de valores de todo peronista es la siguiente: primero la Patria, despues el Movimiento y luego los Hombres.



9 - La política no es para nosotros un fin, sino solo el medio para el bien de la Patria, que es la felicidad de sus hijos y la grandeza nacional.



10 - Los dos brazos del Peronismo son la Justicia Social y la Ayuda Social. Con ellos damos al Pueblo un abrazo de justicia y de amor.



11 - El Peronismo anhela la unidad nacional y no la lucha. Desea héroes pero no mártires.



12 - En la Nueva Argentina los únicos privilegiados son los niños.



13 - Un gobierno sin doctrina es un cuerpo sin alma. Por eso el Peronismo tiene su propia doctrina política, ecónomica y social: el Justicialismo.



14 - El Justicialismo es una nueva filosofía de vida simple, práctica, popular, profundamente cristiana y profundamente popular.



15 - Como doctrina politica, el Justicialismo realiza el equilibrio del derecho del individuo con la comunidad.



16 - Como doctrina económica, el Justicialismo realiza la economia social, poniendo el capital al servicio de la economía y ésta al servicio del bienestar social.



17 - Como doctrina social, el Justicialismo realiza la Justicia Social, que da a cada persona su derecho en función social.



18 - Queremos una Argentina socialmente justa, económicamente libre y políticamente soberana.



19 - Constituimos un gobierno centralizado, un Estado organizado y un pueblo libre.



20 - En esta tierra lo mejor que tenemos es el Pueblo.